Modernizar, no reemplazar: por qué el reequipamiento de máquinas se vuelve la piedra angular de la industria 4.0

La modernización de equipos es la puerta de entrada a la digitalización y un paso necesario para que la manufactura avance hacia la industria 4.0. Al optar por el retrofit, los fabricantes extienden la vida útil de sus activos, mejoran la eficiencia y la capacidad de integración de sus procesos.

En la acelerada carrera hacia la industria 4.0, las empresas manufactureras se enfrentan al dilema de digitalizar sus operaciones sin incurrir en los enormes costos y complejidades de reemplazar por completo su infraestructura de producción. La respuesta se encuentra en una estrategia a menudo subestimada pero eficiente, el retrofit o reequipamiento de equipos y maquinaria industrial.

Lejos de ser una simple solución técnica para extender la vida útil de los activos, el retrofit se ha consolidado como un impulsor de la transformación digital, permitiendo a los fabricantes industriales optimizar sus procesos, incorporar nuevas capacidades, lograr compatibilidad con las últimas tecnologías y con ello ganar la flexibilidad necesaria para mantenerse competitivos.

La urgencia de avanzar en este camino queda reflejada en las percepciones de la propia industria. Un análisis de Boston Consulting Group revela que el 53% de los gerentes de planta considera la adopción de tecnologías de la Industria 4.0 como una de sus principales preocupaciones. Y no es casualidad, pues de acuerdo con IBM, esta adopción puede incrementar en promedio un 25% la eficiencia y productividad de las operaciones. Asimismo, un estudio de Deloitte revela que el 86% de los fabricantes considera que la Industria 4.0 será el factor determinante para definir quién logrará la ventaja competitiva en el mercado.

El alto costo de la inacción

Mantener equipos obsoletos es una apuesta arriesgada que, a largo plazo, siempre resulta en una pérdida. «La maquinaria anticuada no solo es menos eficiente, al consumir más energía y generar mayores costos de mantenimiento, sino que también es un cuello de botella para la innovación», señalan expertos de metrología de ZEISS Industrial Quality Solutions (ZEISS IQS).

Añaden que «los equipos pueden carecer de la capacidad de conectarse, de transmitir datos en tiempo real y de integrarse con sistemas de software avanzados. Esta falta de conectividad crea una brecha entre la planta de producción y la sala de juntas, impidiendo una toma de decisiones informada y ágil».

El riesgo más significativo es la pérdida de competitividad. Mientras los competidores invierten en tecnología para mejorar la precisión, la velocidad y la flexibilidad, las manufactureras con equipos obsoletos luchan por cumplir con las nuevas y más exigentes demandas del mercado, como la producción de lotes más pequeños con alta personalización o la necesidad de una trazabilidad completa de productos.

Con la estrategia de reequipamiento las empresas pueden lograr un 60% de ahorro de tiempo gracias a las nuevas funcionalidades adquiridas y un 70% de ahorro en costos en comparación con equipos nuevos.

Retrofit, una alternativa frente a la obsolescencia de CMMs

Los equipos antiguos no fueron diseñados para una fábrica inteligente, con comunicación máquina a máquina. Sin embargo, esa capacidad de comunicación puede integrarse a los equipos mediante su modernización o retrofit con tecnología compatible. Un ejemplo claro de la necesidad y el valor de esta estrategia se encuentra en las máquinas de medición por coordenadas (CMMs).

Estos equipos son el corazón del control de calidad en la manufactura, asegurando precisión y repetibilidad en las piezas producidas. No obstante, los modelos más antiguos, aunque mecánicamente robustos, operan con software y controladores obsoletos, lo que limita su capacidad para enfrentar nuevos desafíos, como la demanda de tolerancias cada vez más estrictas, la medición de geometrías complejas, la integración con sistemas CAD/CAM o la automatización de la inspección.

En estos casos, ningún mantenimiento tradicional, por exhaustivo que sea, logrará alcanzar el nivel de precisión requerido. «Cuando las tolerancias requeridas superan la capacidad original del equipo, reemplazar la CMM puede parecer inevitable. Sin embargo, esta inversión no siempre es factible ni inmediata, lo que representa un desafío importante para los fabricantes, que deben garantizar la calidad sin aumentar costos, interrumpir la operación ni retrasar los plazos de entrega», indican expertos de ZEISS IQS.

Y es que, en sus propias palabras, «adquirir una CMM no solo implica un fuerte desembolso económico, sino también reconfigurar espacios en planta, adaptar procesos, capacitar personal y, muchas veces, detener parcialmente la operación». Esto puede resultar inviable en entornos productivos con alta presión de entrega y márgenes ajustados, haciendo del retrofit una alternativa mucho más estratégica y efectiva.

La modernización transforma a las CMMs en herramientas del presente

Actualizar las máquinas de medición por coordenadas (CMM) es una manera inteligente de revitalizar el equipo existente, ya que permite reemplazar componentes clave de hardware, como los controladores, la electrónica, los sistemas de sondeo y, en ocasiones, el sistema de compensación térmica o de guiado con los últimos avances tecnológicos. Esto mejora drásticamente la precisión y la eficiencia de la máquina, y extiende considerablemente su vida útil.

«Es como llevar una máquina del pasado a operar en el presente con la inteligencia del futuro», señalan. «Le das a la CMM un ‘cerebro’ y ‘sentidos’ completamente nuevos, permitiéndole integrarse a procesos productivos modernos con el mismo nivel de sofisticación que un modelo más reciente, pero utilizando su robusta estructura mecánica existente».

Este proceso permite mejorar la precisión y repetibilidad de las mediciones; incrementar la velocidad de inspección y análisis de datos; integrar nuevas tecnologías, como sensores ópticos, escaneo láser o sistemas de automatización; extender la vida útil del equipo con un costo significativamente menor al de una máquina nueva; y adaptarse a flujos digitales de manufactura inteligente e Industria 4.0.

Reutilizar estructuras mecánicas robustas y dar nueva vida a máquinas que aún tienen potencial es una manera concreta de aplicar los conceptos de economía circular en la manufactura. En lugar de desechar equipos valiosos por obsolescencia tecnológica, se integran a los flujos productivos del futuro.

No obstante, los expertos de ZEISS IQS advierten que modernizar una CMM «no se trata de maquillar equipos antiguos. El retrofit debe partir de un diagnóstico riguroso de la condición de la máquina y su capacidad de seguir cumpliendo con los requisitos metrológicos tras la modernización».

La modernización de equipos es la puerta de entrada a la digitalización y un paso necesario para que la manufactura avance hacia la industria 4.0. Al optar por el retrofit, los fabricantes extienden la vida útil de sus activos, mejoran la eficiencia y la capacidad de integración de sus procesos. Es, en definitiva, una manera inteligente de unir economía circular y competitividad, asegurando que los equipos sigan aportando valor hoy y estén preparados para los desafíos del mañana.