Trinidad y Telma, los cereales que evocan nostalgias y unidad familiar

Fernando García Gutiérrez, creador de estos nuevos cereales y cuyos nombres son un homenaje a su abuelita y su mamá, respectivamente, le ha sacado provecho a la elaboración de estos productos que aprendió a elaborarlos gracias a la guía que estas dos mujeres que han marcado su vida

Desde pequeño, Fernando García andaba entre comales tostando granos que luego convertiría en bebidas que deleitaban a los miembros de su familia y uno que otro invitado que llegaba de casualidad al remoto poblado de Cuyalí, en Jinotega, de donde es originario.

Ayudaba a su mamá y a su abuelita a preparar el típico pinol, pinolillo y semilla de jícaro, aunque de vez en cuando también preparaba cacao, en menor medida por lo caro que resultaba comprar este grano. “Mi abuelita nos contaba que desde siempre se consumía pinol los tres tiempos y desde pequeño miraba cómo se hacía y a veces nos ponía a tostar”, cuenta Fernando.

El tiempo pasó, Fernando creció y emigró a la capital, donde comenzó a trabajar en un oficio muy ajeno a lo que ahora se dedica. Sin embargo, mientras estuvo en la empresa ejerciendo labores administrativas, llevaba a vender algunas libras de pinol, pinolillo o semilla de jícara “para obtener un dinerito extra que aportara a la mejoría de vida de su familia”.

En octubre del 2018, como parte de la situación especial que se estaba viviendo en Nicaragua, la empresa donde laboraba cerró operaciones y él buscó nuevas opciones. “Teniendo en mente que siempre hacía los cereales y eran gustados por mis amigos y compañeros de trabajo, salí al día siguiente con 25 libras de productos de distintas especias y regresé con nuevos pedidos”, relata este joven adulto de 39 años de edad.

Entonces vio la oportunidad de continuar con el negocio, solo que esta vez formalizado. Es así que no pensó mucho cómo iba a ponerle de nombre porque era una deuda pendiente con quienes lo formaron. “El nombre se lo puse en honor a mi abuela Trinidad Navarrete Cruz y Telma Navarrete, mi mamá. Aunque muy largo el nombre, me pareció más adecuado”, afirma.

El siguiente paso fue elaborar el logo con su eslogan. “Elaborado con tradición y amor de familia” fue el eslogan escogido, “dado que es preparado con mucho esmero, con mucho cariño, y por ello cuido de la inocuidad, del aseo, del orden, para garantizar una buena higiene”.

Al hablarnos de sus productos, Fernando asegura que la ruta del proceso comienza desde la escogencia de los granos, el lavado y secado adecuados, el tostado. “Por eso en el logo salen elementos como un comal, una mazorca, un fruto de cacao para poner los más representativos”, describe.

Han pasado seis meses desde que inició el largo y empinado camino como empresario independiente y entre sus logros destaca que sus productos han iniciado a ser reconocidos por los consumidores, viendo incrementar sus ventas con cada semana que pasa. En estos momentos se encuentra en un proceso de registro sanitario porque su sueño es colocarlos en una cadena de supermercados, así como crear una línea Premium para que los turistas y familias nicaragüenses que nos visitan desde el extranjero, se lleven unas buenas dosis de nostalgia y de cariño.

Consejos para emprendedores

Fernando García nos comparte que ser emprendedor no ha sido fácil. “Nadie ha dicho que lo sea, pero tenemos que estar determinados y estar confiados de que todo es posible”, dice con mucho aplomo, a la vez que aconseja no quedarse en casa lamentándose.

“Debemos tener mucha fe en Dios, trabajar en lo que somos buenos y mientras estemos completos, podremos lograr muchas cosas”, afirma mientras queda viendo las etiquetas de sus productos, añadiendo que “uno debe conocer cuáles son sus propias fortalezas para explotarlas y avanzar; no todos los días son buenos ni todos son malos, pero hay que avanzar con fe y con la esperanza de que nuestro producto sea un canal para llegar a las emociones y añoranzas”.

Otras oportunidades que no se deben perder es asistir a seminarios gratuitos y buscar nuevas fuentes de información, según refiere Fernando. “Una idea que tengas, podés transformarla en algo tangible. En ventas uno siempre tiene el no, pero debemos tener un espíritu positivo; si tenés una idea, debés creer que a alguien le va a interesar tu idea. Tener perseverancia, buscar personas que te apoyen y buscar grupos de apoyo a emprendedores”, refirió este hombre siempre sonriente y dispuesto a brindar una explicación más amplia sobre el proceso de sus productos a quienes le consultan sobre ello.