‘Space Force’: Netflix estrena la serie que se ríe de Trump en el espacio

Steve Carell protagoniza esta parodia galáctica de Netflix y que desarrolla la idea de Donald Trump de crear un ejército espacial.

Cortesía Diez Minutos

Tomado de Diez Minutos

En medio de las graves amenazas a nuestra seguridad nacional, nuestra superioridad en el espacio es vital. Estamos liderando, pero no lo suficiente”. Con estas palabras, Donald Trump anunciaba en junio de 2018 la creación de la Fuerza Espacial de EE.UU., que se unía a los cinco ejércitos ya existentes, para proteger sus intereses en el universo. 

El primero en ‘alistarse’ fue Steve Carell, que creó con el productor Greg Daniels esta comedia en Netflix que toma el nombre del quinto ejército, Space Force, y da forma a la ocurrencia de Trump, que sigue su curso.

El actor, que repite con el creador de The Office, se convierte en Mark Naird, un militar recién condecorado que recibe un tuit desde la Casa Blanca: “¡Botas en la Luna en 2024!”. Aunque esta idea le horroriza, se convierte en su obsesión para evitar ser el hazmerreír de sus compañeros.

Naird se traslada con su mujer, Maggie (Lisa Kudrow) y su hija (Diana Silvers) a Colorado, donde tendrá que ponerse de acuerdo con un grupo de científicos que lidera el peculiar doctor Mallory (John Malkovich) y reclutar a sus astronautas para reconquistar la Luna. 

Será una misión agotadora (y desternillante). Carell, Globo de Oro y seis nominaciones a los Emmy como el ‘jefe’ Michael Scott, vuelve a la comedia en el trabajo, aunque abandona la oficina y recibe órdenes del Pentágono.

En guerra con la ciencia

La premisa de Space Force partió de Netflix, plataforma que conserva hasta finales de 2020 la versión estadounidense The Office: “Contar al inicio solo con el título, Fuerza Espacial, fue divertido. Nunca antes se había explorado y escribimos los guiones mientras se creaba”, ha dicho Carell. Daniels compartió este entusiasmo: “Pensé en hacer una serie en un portaaviones, pero recuperar aquella maravillosa sensación de pisar la Luna podía ser un gran paso. Ahora hay más nacionalismos y todos quieren su pedacito”.

Le sedujo también la idea de incorporar científicos y astronautas al ambiente militar: “Naird es muy disciplinado y eso le hace vulnerable. Desarrollar algo tan técnico le supera”. Encuentra resistencia en el lacónico doctor Mallory, defensor de la ciencia. “Mi personaje odia cualquier interferencia gubernamental o política en su campo”, dice Malkovich, poco asiduo en comedia.

Sin embargo, Carell opina que es divertido: “Solo su nombre ya lo es. Y siempre tengo que decirlo al completo: John Malkovich. Suena respetuoso”. Para el aludido, la serie ha logrado un buen equilibrio entre el enredo y el humor, “a pesar de lo frustrante que resulta para Mallory el ingenio de Naird”.

Carell y Daniels no aluden en ningún momento a Trump, aunque sí se descubre a un presidente tuitero y amigo de Rusia o a una primera dama que diseña los uniformes. “La serie recuerda a Dr. Strangelove, de Peter Sellers, y The Right Stuff (Elegidos para la gloria). Queremos que un militar disfrute con ella y no sienta que se ríen de él”.

Este estreno de 10 episodios coincide con el primer vuelo tripulado de Space X, compañía de la NASA y con la que contactaron. Aprueban el reto de la Fuerza Espacial: “Es una pena que se desarrolle de forma competitiva”. Y esta Star War de EE.UU. con China y Rusia también se traslada a la ficción con ataques a satélites, lanzamientos apresurados y hasta un chimpancé astronauta.

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