¿Realidad o ficción? Desmontando los estereotipos del hacker en el cine

Para el cine, el hacker y el ciberdelincuente siempre han sido la misma persona. Son muchos los prejuicios que la gran pantalla reproduce sobre estos profesionales: criminales, antisociales y todopoderosos que consiguen llevar a cabo sus artimañas con tan solo escribir algo de código en sus pantallas negras desde sus oscuras habitaciones. ¿Cuánta realidad del mundo del hacking reproduce la gran pantalla? ¡Ahora puedes descubrirlo!

Madrid, 24 de mayo de 2023.- Hasta hace pocos años el diccionario de la RAE definía al hacker como un pirata informático: “Persona que accede ilegalmente a sistemas informáticos ajenos para apropiárselos u obtener información secreta”.

A partir de 2017, y gracias a peticiones de la comunidad hacker, a este término se le añadió otra acepción (y más adecuada a su esencia): “Persona con grandes habilidades en el manejo de computadoras que investiga un sistema informático para avisar de los fallos y desarrollar técnicas de mejora”.

La cultura pop también se ha encargado de replicar una imagen estereotipada de los hackers. A continuación, te contamos algunos de los clichés que han acompañado siempre a estos profesionales a través de sus películas.  ¿Los reconoces? Celebramos contigo el Día del Orgullo Friki de este 25 de mayo comiendo palomitas.

  • Pasamontañas, código verde y ambiente oscuro:

Un hacker con capucha, pasamontañas, que pasa la mayor parte de las horas del día en una habitación oscura rodeado de latas vacías (y cartones de pizza). Un hacker con apariencia alternativa, rastas, sobrepeso o extrema delgadez, palidez y/o sudadera y cadenas o pinchos frente a varias pantallas funcionando al mismo tiempo.

Un hacker con ego, que todo lo consigue frente a su pantalla negra en la que aparecen ventanas superponiéndose unas sobre otras, así como código verde sobre fondo negro que hace ruido al aparecer rápidamente en cascada. Esta es la imagen más extendida sobre los hackers.

Posiblemente recuerdes, por ejemplo, películas como Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres (2011), donde el personaje de Lisbeth Salander es una hacker que aparece habitualmente con pasamontañas, guantes y ropa negra tecleando frente a su ordenador en una oscura habitación.

Ese ambiente lúgubre también se reproduce en la mítica Matrix (1999). Fue una de las primeras películas en retratar un hackeo y es, posiblemente, una de las producciones que más ha influido en la representación del espíritu hacker que vino después.

La realidad: como explica Gonzalo Sánchez Delgado, Hacking Service Manager en Entelgy Innotec Security, los hackers son personas muy diversas y normales, bastante alejadas de este tipo de clichés, que visten de múltiples maneras y no suelen tener ese supuesto aura oscura con el que se les representa.

“Es verdad que puede existir un punto alternativo si desde siempre te ha gustado el hacking y tienes el perfil de no ceñirte a los estándares de la sociedad”. Por cierto, aunque es habitual utilizar línea de comandos con fondo negro y código de colores, no es la única alternativa para el hacker y tampoco suele discurrir tan rápido como lo vemos en el cine (aunque sí en momentos puntuales).

  • Solitarios y desafiantes:

Frikis, antisociales, inadaptados, solitarios, con nulas capacidades para relacionarse y que, en ocasiones, tienden al activismo. Esta es la representación habitual del carácter de los hackers en las películas. El ejemplo lo tenemos en The Net (1995) donde Sandra Bullock da vida a Angela Bennett.

Esta hacker trabaja aislada desde su casa detectando y analizando virus informáticos, hasta que un suceso da un giro a su vida y le obliga a huir, enfrentándose a una nueva soledad. En este caso se representa también la imagen del hacker capaz de acceder de manera sencilla a información confidencial y de causar daños irreparables.

Bola Nueve, el personaje protagonizado por Rihanna en Ocean’s 8 (2018), es también la típica hacker antisocial, un tanto excéntrica y friki, que trabaja a su ritmo.

La realidad: como explica el mencionado hacker de profesión, “es verdad que el trabajo del hacker es muy individual, pero también trabaja en equipo, con canales de comunicación y de apoyo, de tal manera que cuando alguien no sabe resolver algo, siempre tiene al lado a compañeros que le ayudan. Además, ahora el hacking es una formación universitaria de gente que estudia con otras personas y que se relaciona”.

  • Criminales y todopoderosos:

Atacan, roban, falsifican, ponen en peligro a países enteros, son convictos o rescatados de la cárcel para hacer el trabajo sucio de algún gobierno…en definitiva: criminales. La jungla 4.0 (2007) es un ejemplo de película en la que los hackers se ven como criminales que pueden causar daños irreversibles sin ser detectados. War Games (1983) es otra película en la que un joven puede entrar en los sistemas informáticos estatales pudiendo provocar consecuencias de guerra nuclear si se lo propone.

La realidad: los hackers, al igual que cualquier otro grupo de la sociedad, no se posicionan en un lado de las cosas (y mucho menos en el lado malo). De hecho, hay que recordar que ayudaron a construir el internet que conocemos, crearon el universo open source y son quienes realmente protegen a usuarios y organizaciones como expertos en ciberseguridad que son. Recuerda: los hackers son buenos, aunque el universo audiovisual los represente como el antagonista de nuestras vidas.

  • Adrenalina pura, velocidad y ataques por arte de magia:

También son habituales las escenas donde los hackers aparecen en momentos en los que combina llevar a cabo sus ciberataques (en cuestión de segundos o minutos) con situaciones de mucha acción (e incluso peleas y carreras).

La mítica película Hackers (1995) muestra cómo los protagonistas se retan entre ellos para hackear un superordenador en 10, 7, 6 y hasta en 5 minutos (acceder al sistema y robar la información, todo en ese tiempo), algo prácticamente imposible. Cuestión de magia. En Operación Swordfish’ (2001) Hugh Jackman tiene que conseguir entrar en la red del Departamento de Defensa de Estados Unidos en 60 segundos (mientras le apuntan con una pistola y ocurren otras cosas que es mejor no mencionar en este texto).

En otra producción de la saga Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte (2018), la hacker Salander camina por un aeropuerto a paso rápido mientras desbloquea desde su teléfono móvil las puertas de las celdas de una comisaría y va tomando el control de la escena. En la saga de Mission: Impossible (1996) los personajes siempre tienen los conocimientos adecuados de hacking para deshabilitar los sistemas de control de los lugares en los que los personajes quieren colarse.

En muchas películas de este tipo parece incluso sencillo seguir visualmente todo el proceso de la misión: los lugares por los que circula un personaje, la planta por la que baja un ascensor, etc.

La realidad: lo cierto es que, aunque siempre tiene un componente de desafío, hackear sistemas no es tan fácil ni rápido. “Es necesario tener en cuenta que las intrusiones de un ciberdelincuente siempre tienen una premisa de no detección. Nadie actúa a tanta velocidad para obtener algo, todo sigue unos pasos.

En la vida real el malo tiene todo el tiempo del mundo para conseguir su objetivo, porque lo que quiere es lograrlo evitando ser detectado, y eso se consigue yendo poco a poco”, explica Gonzalo Sánchez Delgado. Añade que en la realidad las intrusiones son largas. Pueden durar semanas, meses y hasta años.

Además, en la vida real casi todos los incidentes tienen un componente claro de ingeniería social (conseguir credenciales para acceder a un sistema, obtener información y tomar el control) o de malware, aunque no es lo más habitual de ver en las películas.

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Sobre Entelgy Innotec Security
Entelgy Innotec Security es la principal compañía de servicios de ciberseguridad en España y una de las principales referencias en el mercado latinoamericano. Con más de 550 profesionales altamente cualificados, da servicio a más de 250 organizaciones entre las que se encuentran las principales compañías del IBEX 35, así como los principales organismos públicos españoles e internacionales de referencia como la OTAN, ONU, OEA, CCN/CNI e INCIBE.