Por Txema Álvarez | @txema_alvarez_photo
En la desembocadura del río Nervión o Ibaizabal, acomodado en una gran colina de casi 100 m de altitud sobre el nivel del mar, se encuentra la Noble Villa de Portugalete, ciudad fundada como tal en el año 1322.
Ubicada en el norte de España, a unos 10 kilómetro de la capital, Bilbao, dentro de la comunidad autónoma del País Vasco (Euskadi en su propio idioma, el euskera) y dentro de la provincia de Bizkaia, esta población de unos 45 mil habitantes destaca por ser una de las ciudades con más habitantes por kilómetro cuadrado de Europa (3,20 km2).
Entre todos sus rincones y vistas destaca su casco histórico empedrado de cuestas bien largas y de edificios peculiares como la Torre Salazar, la Basílica de Santa María o la Casa Bustamante.
La joya de esta Noble Villa es el Puente Bizkaia o Puente de Portugalete, un puente transbordador de hierro que crece hasta los 65 m de altura y un recorrido de unos 160 metros que une ambas orillas de la ría. Fue creado por Don Alberto Palacio y Elissague, discípulo de Gustave Eiffel, en el año 1902.
En 1937 durante la Guerra Civil Española, fue duramente castigado y tuvo que ser reconstruido. Actualmente y debido al aumento del turismo, este emblemático Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 2006, es visitable y puede cruzarse por su pasarela superior donde las vistas de la ría y del mar Cantábrico no deja indiferente a nadie. También desde arriba se puede observar cómo la barquilla transporta vehículos y personas de un lado a otro con una corta frecuencia.
A lo largo de su eslora, Portugalete ha evolucionado creando nuevos espacios modernos, pero respetando siempre la esencia de la villa. El edificio de Rialia, museo de la Industria que junto al Paseo de La Canilla y su antigua estación de ferrocarril forma parte de los edificios históricos con la zona baja como el Consistorio y su Plaza del Solar, acompañan un remodelado Hotel Puente Colgante y a su muelle Churruca, para culminar en el Muelle de Hierro.
El topónimo general de los habitantes de Portugalete es portugalujo y portugaluja, aunque también son conocidos como jarrilleros y jarrilleras, ya que antiguamente, en las tabernas del casco antiguo, se servían el vino en unas jarras de barro cocido y de ahí agarra esta acepción tan interesante.
Destacan además sus festividades durante el año, como la fiesta de La Virgen de la Guía, todos los días 1 de Julio o las fiestas del patrón, San Roque, en agosto.
Visitar Portugalete es descubrir un rincón muy especial y realmente sorprendente. Doy fe.
