Pérdida de la memoria post-COVID-19 – niebla mental

Por el Dr. Alberto Molás | Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife

Han pasado cuatro años desde que el mundo sufrió los estragos de la COVID-19 también conocida como SARS-CoV-2. Hasta agosto del 2023 se han registrado en el mundo alrededor de 769 millones de casos de la COVID-19. Si bien, la mayoría de las personas lograron recuperarse en unas semanas, algunas otras, incluso aquellas que se enfermaron levemente, pueden seguir teniendo síntomas por mucho tiempo después de la recuperación inicial.

A estos problemas de salud persistentes se los llama síndrome post-COVID-19. La palabra síndrome se define como el conjunto de síntomas o afecciones que se presentan juntos y se relacionan con alguna enfermedad. Con esto podemos deducir que no se trata de «un solo» síntoma, más bien es la conjunción de éstos.

La condición post-COVID-19 se observa más en las mujeres que en general tenían malas condiciones de salud antes de contraer la enfermedad y los órganos más afectados por la condición post-COVID-19 son el corazón, los pulmones y el cerebro.

A nivel del sistema nervioso (cerebro) se asoció la reducción de la serotonina con post-COVID-19. La serotonina funciona como una sustancia que usan los nervios para enviar mensajes entre sí (neurotransmisor). Además, se cree que una concentración baja de este neurotransmisor es causa de depresión.

Por lo general, la serotonina se encuentra en el tracto intestinal (sistema nervioso entérico), ya que las células nerviosas del intestino la producen. No por nada se le conoce al sistema digestivo como el segundo cerebro. La serotonina tiene un papel clave en la regulación de funciones fisiológicas necesarias para la supervivencia; como el hambre, el sueño, el dolor y la respuesta sexual.

La relación entre disminución de la serotonina y el síndrome post-COVID-19 tiene su origen en la respuesta del sistema inmunológico ante el virus debido a que el cuerpo humano, para defenderse de los agentes patógenos (virus), produce una gran cantidad de moléculas de defensa (interferón tipo I). Dichas moléculas de defensa intervienen con la absorción a nivel intestinal del triptófano. El triptófano es un aminoácido que ingresa a nuestro cuerpo por medio de los alimentos, tales como; huevos, pescados, leguminosas, lácteos, cereales integrales y algunas frutas. Este aminoácido esencial es el precursor de la serotonina.

Entonces, cuando la persona fue afectada por la COVID-19, su organismo responde elevando las moléculas de defensa que inhiben la absorción a nivel intestinal del triptófano que se encuentra en los alimentos que ingerimos. Esto último causa la disminución de serotonina en los sistemas ya que el triptófano es el precursor de este neurotransmisor, lo que conlleva a la reducción de la actividad del nervio vago, que a su vez se asocia con pérdida de la memoria.

El nervio vago es una fibra de nervios que recorre ambos lados (derecho e izquierdo) y se origina en la base del cerebro (a la altura de las orejas), inerva la faringe, el esófago, la laringe, la tráquea, los bronquios, el corazón, el estómago, el páncreas y algunas secciones del intestino. Es el más largo y complejo de los nervios. Se le conoce como el «freno» del cuerpo, ya que se encarga de «tranquilizar» la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria y favorecer el descanso y digestión de los alimentos.

Recordemos que la serotonina es un neurotransmisor, esto significa que tiene la función de transmitir las señales de una neurona a otra. Alrededor del 90% de la serotonina se produce en el tracto intestinal y mediante la estimulación del nervio vago, asciende al cerebro. La deficiencia del aminoácido triptófano relacionada con secuelas post-COVID-19, provoca disminución del neurotransmisor, que tiene que ver con pérdida de memoria, dificultad para encontrar palabras y problemas de atención, entre otras cosas. Lo anterior es conocido como niebla mental y es una de las secuelas de la COVID-19.

La buena noticia es que no hay evidencia de que esta niebla mental sea permanente, por lo que, si alguien llegara a presentar los síntomas, es muy probable que se recupere con el paso del tiempo. Además de los cuidados generales, es importante mantener un estilo de vida saludable y también mantener la mente ocupada.

Para saber más sobre el tema te recomiendo visitar a tu profesional de la salud de confianza quien podrá orientarte de una manera personalizada.