Por XLSemanal
Más rápido que una PCR y con capacidad de detectar la COVID-19 desde el momento en que la persona contrae el virus. Así de eficaz se presenta la labor de una patrulla canina española que será entrenada en la detección de coronavirus de la misma manera que ya lo hacen sus compañeros en el aeropuerto de Helsinki o Dubai. «El virus no emite olor directamente, pero la reacción del cuerpo para defenderse de ese ataque provoca una serie de alteraciones en el aroma de la saliva, el sudor o la orina, y eso es lo que huelen los perros», asegura Josep Peris, impulsor del proyecto K-anary, una iniciativa pionera en España que pretende entrenar hasta 400 canes en la detección del virus.
De momento, en el aeropuerto de Helsinki-Vantaa ya se ha puesto en marcha un proyecto piloto con perros para ofrecer a los viajeros una prueba de coronavirus de manera voluntaria, con resultados en menos de diez segundos. El método para detectar la enfermedad consiste en pedir a los interesados que se limpien el cuello con un papel secante y es esa muestra de sudor la que dan a oler a los perros.
Si el resultado es positivo, se invita al pasajero a acudir al centro de salud del aeropuerto para una prueba de coronavirus gratuita que lo verifique. Este método no requiere el contacto directo entre el pasajero y el perro, respetando así los convenios de Ginebra según los cuales los canes no puede acercarse a los humanos y olfatearlos directamente.
Sus promotores hablan ya de una fiabilidad cercana al cien por cien. Según la investigación llevada a cabo por la Universidad de Helsinki y en la que se ha basado este proyecto, los canes pudieron detectar la enfermedad en etapas muy tempranas en las que todavía no habían aparecido los síntomas, incluso en personas asintomáticas.
En este mismo sentido, también la Universidad Médica Veterinaria de Hannover, en Alemania, ha publicado un estudio en el que se avanza que, “los compuestos orgánicos volátiles producidos durante las infecciones respiratorias pueden causar huellas de olor específicas que pueden ser detectadas por perros entrenados con una alta precisión”. Y añade: “Este método podría emplearse en áreas públicas como aeropuertos, eventos deportivos, fronteras u otras reuniones masivas como una alternativa o complemento a las pruebas de laboratorio, ayudando así a prevenir una mayor propagación del virus o más brotes”.
En Finlandia, los investigadores ya aseguran que, si los programas piloto resultan efectivos, los perros podrían utilizarse en residencias u hospitales para evitar cuarentenas innecesarias. A lo que Josep Peris añade: “Los perros entrenados en esta tarea también podrían emplearse como control de acceso a congresos, conciertos o partidos de fútbol”.
En el largo plazo y una vez superada la pandemia, la empresa española, que se presenta como de ‘soluciones caninas sanitarias’, pretende destinar sus canes a la detección de otras enfermedades como el cáncer de próstata: “En cuanto el perro aprenda a detectarlo, lo puede hacer en un estado tan primario que ni siquiera las pruebas médicas llegan. Te ahorras cantidad de biopsias. Lógicamente después tendría que corroborarlo un médico pero es impresionante lo que puede significar este diagnóstico precoz, que también se puede aplicar para el Parkinson o el Alzheimer”.
El estudio de la organización británica Medical Detection Dogs, recogido por la Real Sociedad Canina de España, reveló que los perros pueden detectar la presencia de tumores de próstata a través de la orina con un 93 por ciento de eficacia ya que, como aclara el informe, “la nariz de los perros es el mejor sensor biológico que existe, con 300 millones de receptores olfativos en el hocico”.