Estos son los errores más comunes que pueden costarle el robo de sus contraseñas

Internet.

En tiempos de pandemia por el COVID-19, donde el uso del Internet es cada vez mayor, los cibercriminales están a la orden del día. 


Una de las prácticas maliciosas que más buscan los hackers es el robo de datos privados o contraseñas de correos electrónicos, redes sociales o sitios web. 


Las contraseñas protegen nuestros dispositivos, pero según advierten los expertos, en muchos casos no las usamos bien y cometemos errores que pueden salir realmente caros.


Christian Chinchilla, Gerente de Core, de Telecable, empresa 100% costarricense y especialista en telecomunicaciones, brindó una serie de recomendaciones para evitar “hackeos” y servicios en la red.


  • No utilizar una sola contraseña en múltiples cuentas, especialmente si son importantes. Tampoco recomienda utilizar los nombres de familiares, amigos o mascotas. «Los hackers pueden robar contraseñas de diferentes maneras, de allí la importancia que las contraseñas cambian cada 10 semanas», aconseja el experto.
  • Establecer una clave segura: debe evitarse el uso de códigos postales, números de casas, números de teléfono, cumpleaños, números de identificación oficial o de seguro social. Incluso, en la medida de lo posible, evitar palabras que se encuentran en el diccionario.
  • Evitar usar dos o más contraseñas que se escriben de manera parecida, por ejemplo: ilovefreshflowersMac y ilovefreshflowersDropBox dado que, si los cibercriminales acceden a una de las contraseñas, corrija el riesgo de que el resto de claves comprometidas.
  • Si no se está ocupando la computadora o el teléfono móvil, es importante que quede bloqueado.
  •  No debe hacer clic en los enlaces que están dentro de un correo electrónico o mensaje SMS, a menos que haya verificado que no sean falsos.
  • Instalar un antivirus y otras herramientas antimalware en los dispositivos actuariales como barrera de entrada ante contenido malicioso.

  • Activar la verificación de dos pasos siempre que sea posible.

 Una última recomendación general es no confiar en las cuentas a los demás. Las relaciones interpersonales pueden variar con el tiempo y brindar a otros esta información tan sensible, puede ser un arma de doble filo