De Bílbilis a Calatayud, la historia de una ciudad encantadora

Ubicada en la provincia de Zaragoza, dentro de Aragón, España, nos adentramos a recorrer sus calles y su singular historia.

Foto Gabriel Martínez Rivas/ 360 Grados

Por Gabriel Martínez Rivas | Editor Rincones
El rincón que visitaremos el día de hoy no está muy lejos de Zaragoza, y es que por la cuestión sanitaria no podemos salir de la provincia, pero esto nos ha servido para conocer rincones mágicos y al alcance.

Es pleno febrero y la primavera está por entrar. Ya comienzan a reventar las flores y los campos se llenan de olor a frescor, las abejas polinizan los almendros, cerezos y otros árboles frutales que destacan en la zona de Calatayud, ciudad con más de 2 mil años de historia en la que nos adentraremos.

Desde sus orígenes en el antiguo Imperio romano, la ciudad se ha visto llena de leyendas, historias, poetas, personajes pintorescos y paisajes de ensueño. Cabe aclarar que hace 2 mil años era llamada Bílbilis, luego de la decadencia del imperio la ciudad se traslada de lugar y con la llegada de los musulmanes a la península pasa a llamarse Calatayud, que en su traducción original sería “Castillo de Ayud”.

Como dato curioso, los lugareños hoy en día conservan el antiguo gentilicio y se les llama “bilbilitanos”. Además, fue acá desde donde el famoso poeta romano Marcus Valerio Marcial escribió sus epigramas.

Callejear por el casco antiguo de Calatayud es lo mejor para empezar este recorrido; logramos descubrir entre sus estrechas calles muchas edificaciones de vivos colores y casas un tanto inclinadas por efectos del terreno, además de los miradores con vista completa de las torres mudéjares de las iglesias de la ciudad, arquitectura elaborada por musulmanes que vivían en la zona de Aragón, torres únicas en toda España, con formas geométricas típicas árabes y ladrillos que han perdurado por siglos.

La historia de esta ciudad es rica y diversa, han convivido varias culturas y su legado aún perdura. Las calles estrechas e inclinadas son testigos del barrio judío, otra zona de obligatoria visita, además de sus plazas, ermitas y altares barrocos en cada iglesia de la ciudad. En lo alto se divisan varias ruinas de castillos en los que un día vivieron los reyes que gobernaron estas vastas tierras; de estos, el que más sobresale y mejor conservado es el castillo de Ayud, una fortaleza que destaca por sus altos muros que algún día protegieron esta aldea de diferentes ataques.

En la cima del castillo se pueden observar las murallas que han sobrevivido al pasar del tiempo, también una panorámica única de la ciudad, perfecta para hacer fotografías; los monumentos más famosos, acompañados de blancas cigüeñas que cantan durante todo el día como acompañando las silenciosas calles el casco antiguo. Un entorno ideal para corredores y picnic.

También en esta ciudad es famoso el personaje de “La Dolores”, una mujer a quien le dedicaron coplas no muy amables, pues la más famosa decía así: “Que es una mujer muy guapa y amiga de hacer favores”, refiriéndose a que ejercía la prostitución en un mesón del casco antiguo. Fue tanta la fama de este personaje que dio lugar a una ópera y despertó la curiosidad de visitantes que preguntaban por ella, a lo cual los ciudadanos no daban crédito de burla, pues si ofendían a “La Dolores”, también lo hacían con las mujeres de la ciudad y contestaban así.

Dice la gente de mala lengua 
Que por su calle la ven pasar 
No saben su padre quien era 
Dolores la del cantar.

Yo la quería con amor bueno 
Más la calumnia la difamó 
Y no supo limpiar el cieno 
Que la maldad le arrojó.

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