Belchite, las ruinas de la memoria

Ubicado en la provincia de Zaragoza, España, fue escenario de una de las batallas más trágicas de la guerra civil española y durante 1937 fue devastado por varios días. Hoy solo queda la evidencia de esos trágicos momentos vividos bajo la dictadura de Francisco Fanco.

Por Gabriel Martínez Rivas | Editor Rincones 360 Grados
Un inmenso y antiguo portal en el que se lee “Prohibida la Blasfemia” nos da la bienvenida al rincón de hoy, un pueblo en ruinas y fantasmagórico que es recuerdo viviente de una de las peores guerras que ha vivido España.


Las casas se caen poco a poco, la maleza y matorrales crecen entre el asfalto de las antiguas habitaciones que un día estuvieron llenas de alegrías y amoríos; hoy solo los viejos barrotes oxidados y algunas maderas fuertes de los balcones sobreviven al tiempo y las duras condiciones climáticas de Belchite, el pueblo en ruinas que vale la pena conocer.


Este pueblo fue escenario de una de las batallas más trágicas de la Guerra civil española, durante 1937 fue devastado por varios días, donde miles de personas sufrieron sus consecuencias, siendo encarcelados, viéndose obligados a huir, o muriendo en sus calles; al quedar solo y abandonado, el dictador de ese tiempo Francisco Franco decidió no reconstruirlo, sino hacerlo de nuevo; hoy se levanta a un lado de las ruinas, el Belchite nuevo, un próspero pueblo que no olvida los días de bombardeos.


Adentrarse en sus ruinas es trasladarse de inmediato al pasado: sus iglesias, torres y casinos aún siguen en pie, aunque con el paso del tiempo se han ido cayendo poco a poco, produciendo un gran impacto visual a sus visitantes.


Al caminar por sus calles todavía se pueden encontrar casquillos de balas o utensilios de los que un día vivieron en el pueblo antiguo; impresionan las torres de sus iglesias que sobresalen de la maleza, además, en algunas todavía se conservan entre sus paredes misiles que no lograron explotar.


Hoy Belchite viejo se abre al mundo como una muestra de lo trágico e innecesarias que pueden ser las guerras. Las guías turísticas nos dicen que ellas siguen narrando lo que pasó para no perder la memoria histórica y cosas como estas no se vuelvan a repetir.


Entre los datos curiosos de esta ruinas destacan las grabaciones de varias películas y comerciales que lo han vuelto más turístico. Las viejas paredes se han convertido en un plató para filmes como Spiderman, Las aventuras del barón Munchausen, comerciales de videojuegos teniendo como protagonista a Arnold Schwarzenegger, entre otra infinidad de audiovisuales.


En esta localidad tampoco faltan las historias sobre fantasmas, apariciones y eventos paranormales, está abierto de noche para los más valientes, las historias de estos eventos no las podemos confirmar, pero sí los horrores que se vivieron y deseamos no se sigan repitiendo en ningún pueblo del mundo, a como dijo el poeta francés Fénelon: “La guerra es un mal que deshonra al género humano” y estas ruinas es muestra de ello.